Badalona, historia de una joya española
Badalona es una de las ciudades españolas más bellas y reconocidas de la comunidad autónoma de Cataluña. Está ubicada a tan solo 10 kilómetros de Barcelona, sobre las costas del Mar Mediterráneo. A su alrededor se extienden otros municipios muy coloridos y atractivos para el turismo internacional, pero Badalona sigue siendo una de las grandes estrellas del recorrido por las localidades cercanas a la capital barcelonesa que conforman el Área Metropolitana de Barcelona.
Historia de Badalona, cómo llegó a ser lo que es hoy
Los registros más antiguos que se tienen sobre Badalona se remontan al siglo III antes de Cristo. Fue una localidad fundada por los colonizadores romanos y los restos humanos de mayor antigüedad se remontan a los años 3500 y 2500 antes de Cristo. Cuando comenzó el proceso de sedentarización de las tribus en el Neolítico, los pueblos íberos y layetanos ocuparon la zona y posteriormente los romanos crearon un asentamiento llamado Baetulo.
Baetulo tenía como principal objetivo ayudar a frenar el avance de los cartagineses, cuya presencia en Ampurias generaba conflictos constantes con las oleadas expansivas de los romanos. La ciudad fue fundada totalmente desde cero con el objetivo de conectar las rutas a los territorios layetanos que se iban ocupando. La urbanización romana utilizaba un modelo de cuadrícula, aún en territorio de colinas como es el caso de Badalona con Rosés y con la cercanía al mar.
La ciudad de Baetulo estaba amurallada para protegerla de los ataques enemigos e incluso tuvo su entrada por la Vía Augusta que conectaba con el resto del imperio. El nombre Baetulo proviene del centro militar que instalaron en la zona para entrenar y tener siempre a disposición nuevos soldados para la batalla. La ciudad no tardó en crecer, con el comercio de vino como una de sus más importantes actividades, pero la debacle del imperio romano también supuso la caída de Badalona.
Hasta el siglo X no se tienen demasiados registros documentales acerca de Badalona. Al igual que otros pueblos del interior, la aparición del cristianismo y la desaparición de la hegemonía romana hizo que estos pueblos sufrieran cambios a nivel económico y social, pero que pasaron desapercibidos mientras que en las grandes ciudades las transformaciones se volvían notables.
Recién hacia el siglo X, comienzos de la Edad Media, se empieza a configurar un nuevo núcleo urbano de importancia en Badalona, alrededor de la antigua ciudad romana. La Badalona medieval es conocida con el nombre de Dalt de la Vila, cuenta con una Masía fortificada del siglo XV llamada Can Canyadó y es una de las construcciones típicas de la arquitectura catalana en las costas. La ciudad en la época medieval estaba delimitada por el río Besós, la colina de Montgat y la Sierra Litoral. El núcleo urbano que se fue desarmando desde la caída del imperio romano vuelve a recomponerse y en el siglo XX ya volvemos a tomar nota de Badalona como una ciudad en crecimiento y expansión. En 1382 la ciudad consigue el régimen municipal y se implanta la insaculación para permitir que se elijan a partes iguales el gobierno. Es el comienzo de la Badalona actual, pero la historia está plagada de giros.
Los piratas provenientes de Túnez y las pestes traen un período de recesión para la ciudad en la baja Edad Media. Aún así la ciudad se consolida como un núcleo urbano lo suficientemente próspero para garantizar su propia subsistencia. Hacia el siglo XVIII las viviendas alrededor de la Iglesia de Santa María (unas 200) comienzan a ser conocida con el nombre de Dalt la Villa. Las enfermedades no logran eliminar la población, Badalona llegó para quedarse.
Durante la Edad Moderna las villas romanas alrededor de España se convierten directamente en centros históricos de nuevas ciudades. Badalona tiene dos realidades, una urbana y otra rural. El estilo arquitectónico entre estas dos áreas es notablemente diferente, pero a fines de la Edad Moderna empiezan a unificarse los estilos para generar un aspecto más homogéneo.
Hacia el siglo XX los cambios en Badalona fueron mucho menos marcados. Hay que mencionar que el amplio movimiento cultural que se venía gestando en Badalona dejó de expandirse durante la dictadura franquista y la ciudad fue bombardeada en numerosas ocasiones durante la Guerra Civil. Hoy Badalona está inmersa en un proceso de reconstrucción cultural y de identidad, ocasionado en gran parte por la llegada de numerosos extranjeros por vías marítimas.